Platanares y el ecosistema urbano: Mireya Ameyalli
21 marzo, 2024*** El rol vital que juegan los polinizadores y las aves en la salud y proliferación de los platanares, en el Jardín “La Pera”, Tlatelolco
La Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco es un lugar que no solo alberga una rica historia cultural, sino también una biodiversidad que merece ser destacada y preservada.
El domingo 17 de marzo, los residentes tlatelolcas tuvieron la oportunidad de asistir a una charla educativa ofrecida por Mireya Ameyalli Chavarin, una experta en el tema de la biodiversidad de platanares.
La plática se llevó a cabo en el Jardín “La Pera”, el Corazón de Tlatelolco y un espacio verde que sirve como pulmón para la zona y como punto de encuentro para aquellos interesados en la ecología urbana.
Mireya Ameyalli abordó varios puntos clave que son esenciales para entender la compleja relación entre los platanares y el ecosistema urbano.
Uno de los aspectos más importantes que se resaltaron fue el rol vital que juegan los polinizadores y las aves en la salud y proliferación de los platanares.
Estos agentes biológicos son responsables de la polinización cruzada, un proceso esencial para la reproducción de las plantas y la producción de frutos.
Además, se discutió cómo las condiciones del suelo y el clima local influyen directamente en el crecimiento y desarrollo de los platanares, subrayando la necesidad de un manejo ambiental informado y sensible.
El manejo agroecológico fue otro tema central de la charla. Este enfoque busca integrar prácticas agrícolas sostenibles que respeten y potencien la biodiversidad local.
Ameyalli Chavarin compartió su conocimiento sobre el uso de abonos naturales, que no solo incrementan la producción de los platanares, sino que también mantienen la salud del suelo y el equilibrio ecológico.
El plan de deshije, abono y transplante in situ de los platanares limpios es una estrategia que busca optimizar el espacio y recursos, asegurando que los árboles jóvenes tengan las mejores condiciones para su desarrollo.
Este tipo de prácticas demuestra un compromiso con la conservación y un entendimiento profundo de los ciclos naturales.
La plática concluyó con un poderoso mensaje: “Dale de Comer al árbol”. Este lema encapsula la esencia de la filosofía agroecológica, que invita a las personas a nutrir y cuidar de los árboles y plantas como si fueran seres queridos.
Al hacerlo, no sólo se preservan los platanares y su biodiversidad, sino que también se contribuye a la salud y bienestar de la comunidad.
La iniciativa de Ameyalli y el Jardín “La Pera” es un ejemplo inspirador de cómo las comunidades urbanas pueden jugar un papel activo en la conservación de la biodiversidad y la promoción de prácticas sostenibles. Es un recordatorio de que cada individuo tiene el poder de hacer una diferencia en el cuidado del medio ambiente, comenzando con acciones simples pero significativas en su propio entorno.